Hoy cuando preparo un plato pensando en ponerlo en el blog, pienso en muchas cosas y opciones de cocina; en cambio, cuando pienso en la diferenciación que debo marcar en mi blog, tengo claro que lo consigo tratando de transmitir esos sabores que me recuerdan a mi infancia.
Cuando preguntan a los grandes chefs sobre su inspiración para lograr el éxito de sus platos, la mejor referencia que se les escucha decir es «mi abuela», «mi infancia» o sus madres. Para los que como yo (que no soy chef), amamos la cocina, ese toque de inspiración viene de nuestra tierra, de nuestras raíces y la necesidad de fusionar el ayer con el hoy.
Y porque hoy también queremos recomendar una receta sencilla, pero llena de amor y exquisito sabor, he de decirles que para cocinar, solo se necesita tener un toque de imaginación y un gran corazón.
Creciendo en el campo, es difícil no conocer sus productos o desaprovechar alguno. Siendo hábil en la cocina, no hay hierba, especie o elemento que se escape. Nuestras raíces sudamericanas, nos empujan a seguir realizando maridajes de los productos de dos mundos.
El producto estrella de hoy es la pepita de sambo y es lo que yo utilizaré para este plato. El sambo -que no samba- es un tipo de calabaza que se cosecha en Sudamérica. Procede del quichua «sambu». Puede llegar a medir hasta 60 centímetros o más de largo y su forma es ovalada. Cuando tierno, el sambo es verde y suave y cuando maduro pasa a tener un color amarillento y de cáscara dura.
Su utilidad va desde sopas, mermeladas o postres. Sus pepitas, combinadas con otros productos se las utiliza en salsas de diferentes tipos: con chile para la salsa picante de chile, salsa para acompañar las patatas o al estilo que vamos a utilizarla para nuestra receta. Las pepitas tostadas y solas, están deliciosas.
Nuestra receta la titulamos «Espirales en salsa de pepitas de calabaza». Si cierto, un título muy grande, pero una receta nada complicada. Ahí vamos.
Porciones: 4 pax
Tiempo de cocción: 30 minutos
Grado de dificultad: bajo.
INGREDIENTES
300 g de espirales (spaguettis)
100 g de pepas de calabaza
2 guindillas
1 cebolla
250 g. de panceta
1/2 cucharadita de pasta de ajo.
Aceite de oliva
1 vaso de leche
1 tomate mediano
Sal al gusto
Cilantro al gusto
PREPARACIÓN:
1. Primeramente tostaremos la pepa en una sartén sin aceite, a fuego medio para evitar que se queme y removiendo constantemente. Tener cuidado de que no salten como palomitas de maíz. Sacar del fuego cuando ya se hayan dorado.
2. Los espirales los cocemos como se acostumbra y reservamos.
3. Cortamos en cuadritos la panceta y sofreímos agregando un chorrito de aceite de oliva. Cuando se haya dorado echamos la cebolla, una media cucharadita de pasta de ajo o en su defecto un diente de ajo picado finamente y el tomate cortado en cuadritos.
4. Licuamos o trituramos hasta formar una pasta, las pepitas junto con la leche y agregamos al sofrito anterior. La leche va a variar de acuerdo a la consistencia que quiera darle a la salsa. Si cree que necesita una salsa más líquida, únicamente agregará un poco más de leche.
Cuando la salsa esté hirviendo trituraremos las guindillas, para darle un sabor picante (para los que gustan las cosas picantes), añadimos también el cilantro finamente picado y terminaremos corrigiendo la sal al gusto.
Podemos mezclar en la cacerola donde se cocinaron los espirales o servir la salsa por separado.
Seguramente que a tus comensales les encantará encontrarse con una que otra pepita tostada esparcida por el plato.
Que lo disfruten.
Como notas adicionales y ya para finalizar este post, me gustaría decir que las pepitas de sambo, pueden ser reemplazadas por las de calabaza. Las guindillas se pueden evitar fácilmente si no te gustan los sabores picantes. La panceta se puede evitar o reemplazarla por otros elementos como: salchichas, trocitos de pollo o jamón de pavo.
Chulpi a la Española 